El lejano oriente y sus secretos
Cacharros, productos, ingredientes necesarios para entrar al mundo de la cocina oriental
La cocina occidental nada tiene que ver con el equipamiento oriental. Pero el wok, por ejemplo, ya está en muchos hogares y se vende en cualquier supermercado.
Los set de sushi forman parte de las listas de casamiento y los juegos de té tiene sus seguidores.
Para armarse del resto, un bazar oriental de un barrio chino provee absolutamente todo lo que este recetario requiere. Por ejemplo, en Buenos Aires en pleno Belgrano, está el barrio chino. Son dos cuadras de la calle Arribeños entre Juramiento y Olazábal, donde proliferan los comercios de este tipo.
Pasemos revista.
Cacharros: Hay que tener buenas tablas y cuchillas, porque todo va cortado en pequeños bocados. Espátulas y palitos largos de cocina son necesarios para los salteados.
También hay que tener una plancha de hierro y más sartenes que cacerolas.
El wok es imprescindible y la vaporera de bambú tiene mucho uso.
Los aprendices de sushiman tendrán que proveerse de las esterillas para enrollaros.
Productos: Hay que salir a comprar receta en mano, los productos frescos: pollo, mariscos, vegetales, carnes, así que algunos de los condimentos especiales que la fórmula solicite, como leche de coco, sake, salsa de ostras y de pescado, salsa tonkatsu, vinagre de arroz mirin… Seguramente usará unas gotitas y el resto irá quedando para estar bien provisto en futuras ocasiones.
Eso sí, si le falta alguno de los condimentos, no se prive de preparar el plato. Y tenga en cuenta que muchas recetas indican cuándo un producto es reemplazable por otro más accesible.
Ingredientes: La alacena tiene que tener algunos básicos: salsa de soja, semillas de sésamo, aceite de sésamo, arroz, fideos de arroz, jengibre fresco o en polvo, wasabi en pasta o en polvo, salsa de chiles, garam masala, curry, son algunos ejemplos.
La salud humana es un reflejo de la salud de la tierra. (Heráclito de Efeso). Foto: Elena |
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