El secreto de las pastas
Se puede bajar perfectamente de peso y disfrutar unas buenas pastas, aunque no lo creas.
- En la dieta puedes incluir las pastas secas que prefieras, sean largas o cortas (las pastas largas: espaguetis, vermichelli, fettuccini, linguini, fusilli, macarrones; las cortas: penne o mostacholes, coditos, farfale o moñitos, orecchiette, hélices).
- Como el volumen de las pastas aumenta durante la cocción, permiten consumir una porción abundante a partir de una cantidad reducida.
- En todo caso, las pastas suministran unas 350 calorías cada 100 gramos de peso en crudo.
- Si las pastas se combinan con queso light, pescados magros o verduras, ellas pueden ser un excelente plato único.
- Aunque tienen un alto valor de saciedad, las pastas NO ENGORDAN. Lo que engorda es el agregado de manteca, salsas con carne y quesos de alto tenor graso. Para adelgazar, consume las pastas sin esos complementos.
- Para una buena cocción, calentar abundante agua (como mínimo un litro por cada 100 gramos de pasta) a fuego fuerte y añadir sal gruesa a razón de 5 gramos por litro de agua.
- Echar la pasta al agua en el momento de máxima ebullición.
- Una vez que el agua retome el hervor, bajar un poco la llama y continuar la cocción a fuego medio con el recipiente destapado y desde ese momento tomar el tiempo de cocción que se indica en el envase.
- Para saber si la pasta esta lista, el único sistema seguro consiste en ir probando, de tanto en tanto, un trocito.
- Una vez alcanzado el punto, detener la cocción echando en la cacerola un chorrito de agua fría.
- A la hora de comprar pastas para preparar un plato light, conviene elegir las pastas de trigo candeal sin huevo ni aceite. Éstas aportan un mínimo porcentaje de grasa, muy inferior al de las que se amasan con esos ingrendientes.
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