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jueves, 8 de febrero de 2018

Ranas con ajo y perejil

Ranas con ajo y perejil (ranas Albret)


Ingredientes :

  • Ocho ranas de tamaño mediano
  • Una taza llena de harina
  • Una taza de miga de pan fresco
  • Dos tazas llenas de aceite fino (para obtener éxito en esta receta, el aceite debe ser de muy buena calidad, pues la carne de las ranas acusa mucho su sabor)
  • Dos limones
  • Pimienta blanca en polvo
  • Dos dientes de ajo
  • Perejil fresco
  • Sal
Cocinamos:

  1. Después de haber despellejado y limpiado las ranas, las abrimos por la mitad, y las sazonamos con sal, pasándolas por la harina y friéndolas en una sartén puesta al fuego con el aceite caliente
  2. Rallamos y desmenuzamos la miga de pan fresco, incorporándole los dientes de ajo y el perejil (ambos trinchados), añadimos un poco de pimienta en polvo
  3. Echamos estos ingredientes sobre las ranas ya dispuestas en una fuente
  4. Por último, en el instante de servirlas, las cubrimos con el zumo colado de los dos limones
¿Por qué ranas de Albret? Porque la receta fue presentada por primera vez por la Madame de Maintenon al rey Luis XIV durante una de las visitas del soberano al palacete de Albert. He aquí una breve historia del palacete:

El palacete de Albret

Construido a mediados del siglo XVI, el palacete de Albret, que entonces sólo constaba del pabellón en saliente sobre la calle, fue adquirido en 1563 por el condestable Anne de Montmorency. El cuerpo principal, situado en el eje de la entrada, fue construido probablemente unos veinte años más tarde por iniciativa de un banquero italiano Mario Bandini, que compró la propiedad en 1586.

Los propietarios sucesivos pertenecían al mundo de las finanzas. Gabriel de Guénégaud, Superintendente de Finanzas que adquirió el lugar en 1630, añadió a la vivienda principal el ala en escuadra a la izquierda y el edificio de la derecha levantado sobre tres arcadas, que alberga las cocheras. La escalera en rampa de madera del edificio situado a la derecha fue construida en 1638. El acondicionamiento de los interiores habría encargado a François Mansar por Henri de Guénégaud, hijo de Gabriel, y después por su cuñado César-Phoebus d’Albret, cuyo nombre ha permanecido vinculado al palacete.

Hotel Albret Paris. Foto de Elena

El palacete de Albret era entonces el centro de una intensa vida aristocrática. Allí se codeaban la marquesa de Montespan o la joven Madame de Maintenon, ambas favoritas de Luis XIV.

En 1749, Jean-Baptise Charles de Tillet encargó la remodelación del edificio que da a la calle, que destinó al alquiler y al que dotó de un saledizo de estilo Luis XV, con frontón quebrado y ojo de buey, acompañado de un balcón con resaltes de hierro forjado y una magnífica puerta cochera esculpida que todavía se conserva en la actualidad.

En las dependencias se instalaron inquilinos y comercios. Los almacenes de la Maison Bagues, que fabricaban arañas y lámparas así como artesanía de hierro forjado, hicieron famoso el lugar en torno a 1900. Hasta los años 1960, siguieron existiendo un gran número de talleres y de pequeñas empresas.

Hotel Albert, la fachada. Foto de Elena

La expropiación del palacete de Albret, qui se encontraba en muy mal estado, tuvo lugar en 1975. Propiedad de la ciudad de París, restaurado a mediados de los años 1980 por un arquitecto de Monumentos históricos, Bernard Fourquernie, y acondicionado interiormente por Christian Germanaz, el palacete de Albret es actualmente la sede de la dirección de Asuntos culturales de la ciudad de París.

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