Risotto a la milanesa
Risotto alla milanese
Un
plato nacido en Milán. De origen lombardo, lleva azafrán, vino blanco,
manteca, parmesano rallado y la médula del osobucco (caracú). Con el
grano vialone o camaroli, es un exponente de la técnica italiana para
cocinar el arroz.
Milán
fue fundada por los celtas del norte italiano alrededor del año 600
a.C. y fue conquistada por los romanos en 220 a.C. Roma le dio el nombre
de Mediolanum, que significa “en medio del llano”.
Ingredientes para 4 porciones:
- Cebolla blanca: 50 gramos
- Aceite de oliva: Dos cucharadas
- Caldo de carne o de ave: Un litro
- Caracú con su médula
- Arroz vialone o carnaroli: 300 gramos
- Vino blanco seco: 150 centímetros cúbicos
- Manteca bien fría y de buena calidad: 100 gramos
- Azafrán en hebras: Una cucharada o una cucharadita de azafrán en polvo
- Queso parmigiano reggiano o grana padano rallado fino: 50 gramos
- Sal a gusto.
Preparación paso a paso:
¡Atención!
El punto de arroz: retirar la cacerola del fuego cuando, habiendo ya
absorbido el último cucharón de caldo, aún conserve la consistencia
“alfonda”. Es decir, la famosa ola del arroz: al mover la cacerola,
hacia adelante y hacia atrás, debe formar una ola cremosa. Si no lo
hace, es porque está muy espeso y necesita líquido o está muy líquide y
necesita algún minuto más de cocción.
- Pelar la cebolla y picarla muy fina
- Cocinar la cebolla en una sartén, a fuego muy lento, con dos cucharadas de aceite, cuidadndo que no tome demasiado color, luego reservar
- Calentar el caldo y reservarlo a fuego bajo para que se conserve bien caliente
- Cocinar el caracú con el hueso en el horno o al vapor 20 minutos
- Retirarlo, descartar el hueso y reservar la médula
- Colocar en una cacerola la mitad de la manteca
- Llevar al fuego y esperar que de derrita
- Sumar el arroz y cocinar a fuego medio, moviéndolo constantemente con cuchara de madera para que no se queme
- Una vez que haya tomado el color nácar característico, agregar la cebolla cocida y el vino
- Cocinar hasta que se evapore el alcohol por completo (4 minutos)
- Comenzar a verter el caldo a punto de hervor, de a un cucharón por vez (el caldo debe superar un centímetro el nivel del arroz), revolver
- Colocar las hebras de azafrán en una cuchara sopera y calentarlas brevemente sobre la hornalla
- Pasarlas a un cuenco, hidratarlas con un poco de caldo y agregarlas al risotto
- Continuar incorporando el caldo siempre a punto de hervor, de a un cucharón por vez y revolviendo, hasta que el arroz esté cocido bien al dente, que haya absorbido el caldo pero esté cremoso
- Retirar la cacerola del fuego, incorporando el resto de la manteca bien fría y el queso rallado
- Salar a gusto y batir fuerte con la cuchara de madera para emulsionar el risotto
- Por último, agregar el caracú reservado, volver a mezclar y servir.
Risotto a la milanesa en la noche. Foto de Elena |
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