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domingo, 15 de abril de 2018

El virrey que combatió en la batalla de Trafalgar

¿Qué virrey combatió contra los ingleses en la batalla de Trafalgar?


Baltasar Hidalgo de Cisneros llegó en medio de una ovación repique de campanas, salva de cañones y aplausos de los vecinos eran música para su oído izquierdo (estaba sordo de derecho, secuela de la Batalla de Trafalgar, librada el 21 de octubre de 1805, entre las flotas franco-española y la británica).

Su mujer, desde Colonia, esperaba el visto bueno del marido para arribar a estas tierras, ya que don Baltasar no estaba convencido de que éste fuera un lugar seguro para ella.

Al final, parece que se convenció, ya que dos semanas más tarde llegó la virreina a estas tierras. Las coordenadas que este último Virrey debía cumplir eran : desintegrar la rebelde Junta de Montevideo, enviar a Liniers a España, desarmar los Cuerpos de Ejército criollos y poner en orden el Virreinato. Sólo desintegró la Junta de Montevideo y logró la sumisión de De Elío.

Nunca envió a Liniers a España, ni desarmó los Cuerpos criollos, ni consiguió poner orden. Sí, en cambio fue quien impuso la enseñanza primara obligatoria en el territorio y creó el periódico El Correo de Comercio.

A.A. Orlinski, Batalla de Trafalgar

Combate de San Lorenzo

Combate de San Lorenzo


¿Por qué estuvo a punto de fracasar el combate de San Lorenzo?


La disputa se libraba entre la caballería patriota et la infantería realista. San Martín se mantenía al resguardo con sus granaderos detrás del convento. El comandante dividió a sus 120 hombres en dos columnas, una a su mando y la otra, bajo la dirección de Justo Bermúdez.

A las cinco y media de la mañana del 3 de febrero de 1813, la columna de San Martín, de 60 hombres, partió a la carga e hizo frente a los 250 soldados realistas que marchaban formados. La columna de Bermúdez, con otros 60 granaderos, tenía instrucción de dar un pequeño rodeo (un semicírculo) para terminar envolviendo a los españoles, que debían quedar atrapados entre las dos columnas. El plan falló porque Bermúdez agrandó demasiado la vuelta. Una bayoneta derribó el caballo de San Martin, pocos metres antes de toparse con la primera línea enemiga. Su pierna quedó trabada debajo del caballo y si no hubiera sido por los soldados Juan Bautista Cabral y Juan Bautista Baigorria, quienes lo protegieron, otra hubiera sido la historia. Cabral recibió dos estocadas mortales. Los hombres de San Martín tuvieron que regresar al convento, reorganizarse y contratacar, en momentos que Bermúdez se presentaba en el campo de batalla para hostigar a los hombres de Antonio de Zabala, capitán de los realistas. De inmediato, reapareció la columna de San Martin y así dominaron al enemigo. Los realistas sorprendidos se replegaron protegidos por el fuego de los buques. Al no poder reagrupar las fuerzas realistas huyen hacia el Río de la Plata.

Resultado de la batalla de 15 minutos de duración: Realistas – 40 muertos, 15 prisioneros, 2 cañones, 40 fusiles, 4 bayonetas y una bandera. Las fuerzas patriotas: 6 muertos y un prisionero.

¿Qué ocurrió 24 horas de después del combate de San Lorenzo?


El viento se resistía a soplar y los barcos enemigos podían partir apenas dos días después. Por ese motivo, al día siguiente de haberse enfrentado, el capitán realista Antonio de Zabala y el teniente-coronel José de San Martín, dejando a un lado las asperezas surgidas en el campo de batalla, vistieron uniformes de gala y se reunieron para compartir el gusto de una buena mesa. El pantalón del realista tenía una manche de sangre; el brazo derecho del futuro Libertador estaba inmovilizado porque se había dislocado en hombro en la caída. Desayunaron, conversaron distendidos, tomaron vino, almorzaron liviano y ambos durmieron la siesta en claustros del convento. Se despidieron con un abrazo y cada cual siguió su camino.

La batalla de Tucumán fue una de las luchas más importantes y originales que definieron la independencia.

Julio Fernández Viullanueva. Combate de San Lorenzo. Óleo sobre tela. 1890. Buenos Aires, medidas 99 X 70 cm.

 ¿Qué combate se perdió en el campo de batalla y se empató en un escritorio de campaña?


Había que sumar a los paraguayos a la Revolución. Pero los miembros de la Junta no tuvieron peor idea que encargarle esta empresa a José Espínola, muy poco querido en aquellas tierras. Asunción no quiso saber nada y fue así como Belgrano, junto con 1100 soldados, se vio obligado a dar batalla al margen del río Tacuarí, el 9 de marzo de 1811. Los 2500 guaraníes, al mando de Manuel Cabañas, necesitaron siete horas para triunfar. Sin embargo, Belgrano consiguió un armisticio para que la frontera dejara de ser un peligro para el Gobierno. Al final, empate.

¿Qué marcha irlandesa fue clave en la recuperación de la isla Marín García?


Un año después del triunfo de San Lorenzo era necesaria una fuerza naval que complementara a los ejércitos republicanos. Tres marinos extranjeros se disputaban el mando, ya que los criollos eran inexpertos.

El elegido para capturar la isla Martín García, en manos de los absolutistas, fue el irlandés Guillermo Brown. Iba a bordo de la Fragata Hércules, la nave capitana, que navegaba bien hasta que debido a una bajante, encalló. Los buques patriotas fracasaron en su rescate y la Fragata, quedó con muchos muertos y poca munición… Los bandos cesaron el fuego durante la noche. Los realistas no estaban mucho mejor. A la mañana, el río creció y la nave vivió une especie de resurrección. Cuando la suerte del ataque era incierta, la música hizo lo suyo. El gaitero interpretó St. Patrick’s Day in the Mornigg – la clásica canción del día de San Patricio, patrono de Irlanda -, que entusiasmó a los infantes, en su mayoría extranjeros. Fue la primera victoria de la escuadra.

Sepultados en Buenos Aires

Quiénes fueron sepultados en Buenos-Aires?


Además de Pedro Melo de Portugal, cuyo sepulcro está en el costado derecho del altar de San Juan Bautista, también fue sepultado en Buenos Aires, Joaquín del Pino. Este virrey presidió la inauguración de la Plaza de Toros en Retiro, autorizó la construcción de la Recova que dividía la Plaza de Mayo en dos y denunció a todo funcionario corrupto. A punto de cumplir tres años en sus funciones, se enfermó con tal gravedad que Benito Lué y Riega (obispo porteño) encabezó una procesión con otros treinta sacerdotes que partió desde la Catedral hasta la casa de don Joaquín.

Habrá sido la unción de los enfermos más multitudinaria de la historia. Dejó este mundo el 11 de abril de 1804, y fue el único de los once virreyes muerto en Buenos Aires. Sus restos fueron depositados en la Catedral Metropolitana, pero fueron removidos cuando se realizaron las obras en la cripta y ya no se sabe dónde están. Una de las hijas, Juana, se casó con Bernardino Rivadavia, el primer Presidente, convirtiéndose en la Primera Dama de la historia de la Argentina.

Por su parte, doña Rafaela de Vera y Pintado, viuda del Virrey en segundas nupcias, quien era una mujer muy estimada por los porteños, murió en 1816, ocho días antes de declararse la Independencia. Ese mismo día, y pese a tener a su marido sepultado en la Catedral, pidió disfrutar de su eterno descanso en la iglesia del Pilar. Y allí sigue, desde hace casi doscientos años.

 
Personajes sepultados en el cementerio de La Recoleta de Buenos Aires. Foto - Elena

Personajes del año 1810

¿Quiénes fueron los personajes del año?


Un repostero francés llamado Nicolás Appert (1749-1841), crea el envasado, método para la conservación de los alimentos. Appert explica su procedimiento con frascos de vidrio en El arte de conservar las sustancias animales y vegetales (Paris, 1810). 

Curiosamente, un inglés casi desconocido, Peter Durand, patenta ese mismo año un recipiente de lata revestido en estaño con idéntico fin. Es el origen de los enlatados.

Un adolescente francés, Jean-François Champollion (1790-1832), estudioso de los enigmáticos jeroglíficos egipcios, enuncia la idea de que se trata de ideogramas (codificaciones gráficas de una idea). Es el premier paso para su desciframiento de la lengua muerta de los Faraones.
 
El británico sir George Cayley (1773-1857) diseña la maqueta del planeador, que servirá en parte para el posterior avión. Maqueta diseñada par Cayley.
 
Fallece este año Johann Wilhelm Ritter (el 23 de enero), médico alemán y el primero en relacionar la electricidad con los fenómenos químicos (quizá inspirador de la novela de Mary Shelley Frankenstein, apenas a unos ocho años de ser escrita). También muere Jean-Georges Noverre (el 19 de octubre), francés, creador del ballet moderno. Nacen, en cambio, los músicos románticos Fréderic Chopin (Polonia, el 1 de marzo) y Robert Schumann (Alemania, el 8 de junio). Además, Alphonse-Louis Constant (Francia, el 8 de febrero), conocido como Elphas Levi, primer mago de la era moderna.

Manuel Belgrano

Renunció a su sueldo, donó premios, murió pobre y le robaron los dientes. ¿De quién se trababa?


Se podría decir, como para hacer justicia, que su vida fue un dechado de bondad et ejemplo de patriotismo. Que un hombre como él haya sido el creador de la Bandera es nuestro mejor legado. Para ejemplificar lo dicho basta recordar que Manuel Belgrano fue el único vocal que renunció a su remuneración. Aunque tuviera derecho a cobrar los dos sueldos, tan sólo se mantenía con su salario por comandar las fuerzas enviadas al Paraguay primero y al Norte después. La segunda donación llegó de la mano de su victoria en Salta, el 20 de febrero de 1813.

Como premio le ofrecieron 4 mil pesos en terrenos fiscales que lo hubieran llevado a tener une vida exenta de apuros económicos. Sin embargo, pidió que todo el monto se asignara al equipamiento de cuatro escuelas norteñas. Su muerte fue una continuidad de su austera vida. Tanto que tuvieron que usar el mármol de una cómoda de uno de sus hermanos para hacerle la lápida. Además, el patriota regaló su reloj al médico que lo atendía por no tener con qué pagarle. Una anécdota post mortem roza la tragicomedia.

En 1902, los restos des General debían ser trasladados desde el atrio hasta el mausoleo. Los representantes oficiales del acto fueron los ministros Joaquín V. González y Pablo Riccheri. Al parecer, ninguno de los dos pudo resistir la tentación de meter la mano en la urna y compartir el souvenir : los dientes del prócer. Fue un escándalo. El presidente Roca ordenó devolver el botín sin sancionarlos. Los ministros obedecieron a regañadientes.
 
Retrato del prócer Manuel Belgrano

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