Plato de película
Los muertos de John Huston
James Joyce se merecía un director inolvidable...
John Huston se despidió del cine con la película que siempre había querido hacer. Irlandés de nacimiento, su sueños de llevar a la pantalla la literatura de James Joyce encontró el camino en el último relato de Dubliners (1914), “Los muertos”.
Catalogado como una obra maestra de los años 1980 en el género artístico, el film (1987) fue protagonizado por su hija Angélica.
Es noche de Navidad, la cena está lista. El pavo reina en la mesa como un símbolo de tradición en un relato que pinta con intensidad las costumbres, la identidad local y el legado de los ancestros. Gabriel y Gretta Conroy llegan, como cada año, a la fiesta de las tías Kate y Julia, en las que se repiten las mismas bromas, canciones e historias. Pero bajo la amable fiesta familiar, corre la nostalgia por alguien que ya no está.
Blanca Navidad (1954) de Michael Curtiz
Bing Crosby a pura comedia...
Liviana pero lograda comedia musical ya consagrada como clásico, Blanca navidad (White Christmas), con Bing Crosby cantando y bailando bajo la dirección de Michael Curtíz y con Danny Kaye, Rosemary Clooney, Vera.Ellen, Dean Jagger, Mary Wickes, John Brascia y Anne Whitefield en el elenco.
Los enredos románticos se dan en el marco de una fiesta navideña con mucha nieve y mesas abundantes con típicas comidas navideñas del hemisferio norte, donde no falta el pavo relleno, protagonista de una coreografía espectacular.
Bob y Phil acaban de regresar de la Segunda Guerra Mundial. Consumados cantantes y bailarines, deciden ganarse la vida con sus números musicales. En el camino conocen a dos hermanas que se dedican al baile y parten tras ellas. Los espera un hotel de Vermont como destino. El administrador del hotel, en crisis financiera, resulta ser el antiguo jefe de los muchachos en el frente. Bob y Phil deciden sacarlo de apuros, pero no sin antes engullirse el pavo relleno.
Mediterráneo, de Gabriele Salvatores (1991)
La paga de los soldados
Para la literatura y el cine, el pulpo siempre estuvo del lado del monstruo. A mediados del siglo XIX, Julio Verne lo hizo protagonista de Veinte mil leguas de viaje submarino, novela en la que un grupo de hombres se lanza a la caza de un pulpo gigante. En el cine, esa lucha registra más de 60 títulos. Humphrey Bogart con escafandra se enfrenta al monstruo en Tres en un Edén (Frank McDonald. 1936). En La bruja roja (Edward Ludgwig, 1948), John Wayne baja a las profundidades a buscar un cofre con perlas, y un pulpo lo acecha. Johnny Wessmuller se despide del personaje de lord Greystoke luchando contra un octópodo en Tarzán y las sirenas (Robert Florey, 1948). Son sólo tres ejemplos inolvidables en la historia dl cine.
Pero la única realidad es que es el hombre el que se come al pulpo, como puede verse en la más realista Mediterráneo, de Gabriele Salvatores (1991). En ella, un grupo de soldados con misión en una pequeña isla de Italia, pierde todo contacto con el mundo y no sabe que terminó la guerra. Ellos esperan órdenes que nunca llegan mientras viven sus nuevas vidas. Entre otras cosas, pescando pulpos y llevándolos a unas cazuelas maravillosas.